miércoles, 25 de agosto de 2010

El Muro Cafe

Era el primer día de colegio de Felipe mi hermano mayor, yo estaba muy pequeña tenía 3 años. Me levante temprano para poder despedirme, sentía que se me iba mi compañero de juegos y peleas….mi hermanito. Necesitaba verlo y decirle adiós cuando se montara a su bus, así sabría lo orgullosa que me sentía de tener un hermanito mayor y podría demostrarle cuanto lo quería!!!
Tenía puesta mi pijama amarillita, un camisón largo hasta los tobillos, mi pelo café despeinado, mis ojos tristes pero con pestanas grandes y encrespadas y toda mi atención en el acontecimiento del día……necesitaba decirle adiós a mi hermano cuando se montara en el bus para no sentirme tan solita todo el día.
Llego la hora salimos a esperar el bus afuera de la puerta de mi casa y en ese instante a mí se me ocurrió……. si corría donde la vecina que tenía un muro café en su jardín, que era muy muy alto y me montaba en el muro, podría ver mejor a mi hermanito cuando se montara al bus y él me podría ver mejor cuando le dijera adiós.
Trate de montarme por la parte más alta del muro, porque le bus ya casi llega decía mi mama, viene en la esquina….trate y trate….se me rasparon las rodillas y me caí varias veces; pero ese muro no me iba a vencer, yo necesitaba ver a mi hermanito, entonces no había más remedio que el camino largo……y sin pensarlo corrí y corrí y corrí y subí por las escalitas y me devolví por el muro hasta el extremo más alto y el bus ya estaba parado al frente. Alcance a ver cuando mi hermanito sube y saluda y busca un puesto a donde sentarse….. que bueno busco una ventanilla al lado de nosotros!!!!.... me va a ver…me va a ver y comencé a mover mi mano diciéndole adiós desde el alto muro café, no paraba de decir adiós, mi mama también desde la acera le decía adiós. El se sentó rápidamente mirándonos pero no hizo ningún gesto, ya era grande!!!!
Ayer volví a visitar mi primera casa, a montarme al muro café. Todavía es café; pero ya no es tan grande, me subí por la parte más alta, no tuve que ir por las escalitas y no me dio dificultad alguna, desde allí mire y era diferente de como lo recordaba….. pero aun era el muro café donde le dije adiós a mi hermanito, donde vi como crecía mi primer amigo!!!

Agosto de 2010

jueves, 5 de agosto de 2010

Las chocolatinas de Iván

Cuando tenía cuatro años llegábamos a visitar a mis abuelos y la primera frase al ver a mi abuelito: “Iván yo quiero chocolatina”…entonces mi abuelito se iba para su cuarto, en su closet, escondidas bajo llave en su lugar secreto……la caja de chocolatinas Jet. Nos repartía a cada uno dos chocolatinas, las caras de mis hermanos y la mia se iluminaba…..abríamos nuestra chocolatina, el olor inundaba mi nariz y mi boca…..hmmmmmm…., quebrar la primera pastillita y saborearla y sentir que no podía parar, hasta terminar mi chocolatina y cuando se acababa la tristeza; no pero esperen….. tenia mi segunda chocolatina que hacía más llevadero el sentimiento. Ahhh y la competencia por las laminitas, porque el álbum hay que llenarlo!!!! “Esta es escasa?” le preguntaba a mi hermano mayor, el especialista en el álbum claro!!, mi hermano me decía siempre que no era escasa, para cambiarme la lamina por otra más corriente y llenar primero su álbum. Yo no conocía su juego, entonces por supuesto le cambia las laminitas y quedaba muy agradecida.
Mientras tanto mi abuelo se preparaba para salir a trabajar, después del almuerzo. A Don Iván, como le decían por su temple, lo recogían en su casa. Yo me sentaba cerca de la ventana de la sala y esperaba q llegara el camión grande de color crema suave y con el logo gigante de chocolatinas jet!!. “ Ivannnnn, Ivannnnnn!!!!! llego el camión”, gritábamos mientras desde afuera sonaba el pito avisando que era hora de salir a vender chocolatinas.
Mi abuelito salía muy bien presentado, orgulloso y por supuesto, se subía a al camión lleno de chocolatinas, a recorrer las calles y vender, yo pensaba, "este es el mejor trabajo del mundo”. Todos nos quedábamos mirando cuando Iván se subía al camión gigante, cerraba su puerta produciendo un gran ruido, el conductor prendía el motor y salía el poderoso camión de chocolatinas a recorrer las calles.
Hoy voy al supermercado y me encuentro con mil chocolatinas, las grandes, las medianas, las que tienen maní, las de dieta, las rellenas de caramelo, las extranjeras, las de empaque de lujo………..y mas y mas chocolatinas. Pero para mí, la chocolatina de Iván, la del poderoso camión, sigue siendo mi chocolatina!!!

lunes, 2 de agosto de 2010

Ensenanzas de los Toltecas...

El sábado me fui para la librería Nacional, me encantaaaaaa.....me gusta perderme en los libros y pedir recomendaciones para leer. Generalmente voy a una librería donde tengo un asesor conocido; pero esta vez cambie de lugar. Tenia la suerte de mi lado porque me toco un asesor nuevo y me recomendó cosas nuevas, cosas q ya se había leído, con comentarios muy buenos...entonces me pase un buen rato escogiendo q libro llevaría esta vez y haciendo la lista de los futuros libros a comprar. Entonces, cuando finalmente escogí el libro, y ya salia, mire unos libros no muy grandes y allí estaba "Los cuatro acuerdos" un libro de sabiduría Tolteca....en muchas ocasiones me hablaron de los cuatro acuerdos y yo quería este libro pero la verdad nunca estaba y ahora solo quedaba uno, el q yo vi!!! Bueno es el momento me dije, debe tener un mensaje importante para mi, ahora!!, aquí esta el mensaje.............


Para todos los q pasan por momentos difíciles.......los toltecas, cultura del sur de México, nos recuerdan algunas cositas....

"No hay razón para sufrir, la única razón por la q sufres es porque tu lo exiges. Si observas tu vida encontraras muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón valida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la q eres feliz es porque tu decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento". Dr. Miguel. Ruiz