Hace años tenía ganas de vivir una aventura con mis sobrinos, una aventura de caminata y he esperado a que crezcan un poco.
Hace algunos meses visité por primera vez un pueblito en medio de la región cafetera de Colombia, se llama Salento. Es un hermoso pueblito pintoresco, con una plaza central, iglesia y alrededor lleno de casas coloniales pintadas de alegres colores, es un hermoso lugar para visitar.
Como a 15 min de Salento por una estrecha carretera se encuentra, el valle del Cocora, un hermoso lugar lleno de “Palmas de cera” el árbol oficial de Colombia….son unas altísimas y hermosas palmas que pueden medir hasta 56metros de altas. Son un espectáculo que solo se ve allí, en este valle. El sitio me encantó, pero me quedé con las ganas de hacer una caminata, en las montañas…..el valle del Cocora es una de las entradas a parque de los nevados Colombianos, es extraordinario!
Entonces investigué en una página WEB y existen caminatas cortas y de baja dificultad, hay caminatas de mediana dificultad y hay caminatas de alta dificultad incluyendo acampadas. Pensé en mis sobrinos la niña de 9 y el niño de 7 años, ya están listos para su primera caminata.
Entonces leí que una de las caminatas era de 2horas, de baja dificultad, atravesando “El bosque de niebla”, atravesando un puente colgante y llegando a una cascada helada, a la que casi nadie se atreve a meterse!!!! En la que nos podíamos meter. Cómo!!!! Este es el paseo!!!!
Le dije a mi hermana y a su esposo, ellos estuvieron súper animados, entonces comencé a preparar a mis sobrinos…..hmmmm la primera vez que les dije, comencé contándoles sobre el bosque de niebla, el frio y al final les conté que lo mejor era meterse en la cascada congelada jiji!!! Me contestaron, con toda la brutal honestidad de los niños………”no tía que pereza ir allá, pues yo no voy!!!!” No importaba como les pintara la aventura, su respuesta era contundente, no irían. Al otro día decidí sacar el pc y como quien no quiere la cosa, les mostré fotos del lugar y la cascada y un señor metido en la cascada helada. Creo que al niño comenzó a interesarle…..pero aún no estaba seguro, la niña tenía claro que no quería ir. Dejé que pasaran unos días y les mostré los camelback (morrales que llevaríamos llenos de agua y que yo les prestaría uno para que llevaran) esa fue la puntada final! El niño se animó al plan y la niña también, el niño me preguntó que si yo me metería a la cascada helada y yo le dije: “Claro, esa es la mejor parte de la aventura!” Ya estaba comprometida! Entonces el muy resuelto dijo: pues yo también me meto! y la niña si dejo muy claro: “Yo voy, pero no me meto”. Jiji lo importante es que por fin, estaban abriendo la posibilidad de ser de la comunidad del anillo.
Estábamos en Pereira, una noche antes de la caminata, preparamos los morrales con el agua, las provisiones para comer en el camino, los primeros auxilios, la ropa que cada uno se pondría, el vestido de baño, pantalonetas y otra pinta de ropa para cambiarnos en caso de mojarnos o embarrarnos, esa noche les probé el morral, les enseñé a chupar el agua del camelback y los preparé para salir al día siguiente. Debíamos salir en carro, mas o menos una hora de camino, llegaríamos a un restaurante y allí nos encontraríamos con nuestro guía. Salimos en dos carros, éramos dos familias las que iríamos al paseo. Que emoción, yo estaba feliz!!! Cuando veía al niño, estaba emocionado también, la niña no tanto la verdad….
Llegamos al restaurante en el valle del Cocora, entramos al baño, unos de nosotros tomamos aguapanela caliente otros tinto y con esto nos preparamos, a los 5 minutos todos pedían más chaquetas (yo le presté la mía a mi sobrina), yo me reía sabía que a los pocos minutos de comenzar a caminar todos empezarían a quitarse capas de ropa jiji.
Y así fue, comenzamos nuestro recorrido y el guía empezó contándonos sobre las palmas de cera, vimos un águila, caminamos unos 10 minutos y entramos al bosque de la niebla, la vegetación cambió, antes el camino era despejado una trocha y potreros a los lados, luego los arboles más verdes y tupidos estaban al frente, de repente el camino tenía techo de árboles y la vegetación creció, el aire se puso un poco más húmedo y comenzamos a caminar al lado de una quebrada….pero a esa hora de la mañana no había niebla jiji…..
Vimos mariposas, nos metimos en una cueva y nos tomamos fotos, hablamos sobre los animales que hay en este bosque. Vimos pasar otros caminantes, en su mayoría extranjeros. Vimos pasar turistas a caballo….en fin es un camino transitado. Luego de una hora de camino, llegamos a un pequeño puente colgante, sobre la quebrada, lo atravesamos, nos tomamos fotos y luego nos devolvimos. Unos minutos antes del puente, el guía se metió por unas rocas hacia la quebrada y ahí estaba. La tan mencionada cascada helada!
Mi sobrino se apresuró a bajar las rocas y se acercó al agua, la tocó y dijo: “está congelada, duele del frio que hace”. Todos nos miramos y yo me dije: es ahora o nunca…..comencé a quitarme la ropa porque debajo llevaba el vestido de baño, nadie creía que lo haría, hasta el guía dudaba.
Entonces mi sobrino vio que me estaba preparando para meterme al agua e hizo lo mismo, rápido rápido se quitó su ropa y quedó en su pantaloneta, metió los pies y decía: “El agua es tan fría que se siente como agujas”. Yo ya no podía dar marcha atrás, vi la niña de la otra familia que también valiente metía sus pies….
Lo único que pensé, fue voy a meterme rápido sin pensar mucho y me salgo rápido….caminé hacia la quebrada, caminar era difícil por las rocas, luego el piso empedrado, pero logré llegar al agua y con cada paso me congelaba más. Sentía la mirada de todos, que no lo podían creer, pero sobre todo la de mi sobrinito, no lo podía defraudar…..entonces decidí disfrutar de esta aventura congelada.
Me metí hasta la cintura y busqué un sitio cerca de donde cae la cascada que hace una piscinita, y me acomodé en una parte más honda el agua me llegaba hasta el cuello, grité, mi cuerpo se retorció, el agua era verdaderamente como agujas sobre mi piel, dolía. Pero al mismo tiempo era una sensación de estar viva, esa agua helada y pura me estaba limpiando.
Luego pensé, no me voy sin meter la cabeza y debe ser ya, no duraré mucho a esta temperatura, entonces tomé aire y conté hasta tres….metí mi cabeza al agua e inmediatamente la saqué….sólo pretendía hacer una burbuja….cuando mi cabeza se sumergió en el agua, sentí que mi corazón se detenía, mis pulmones no funcionaban, mi cuerpo se contrajo, lo único que me funcionaba eran las rodillas que me permitieron estirarme y salir del agua. Tardé tal vez un segundo imperceptible en reaccionar para respirar, pero a mi me pareció una eternidad. Entonces dije en verdad me congelé, vi al frente mio a la niña de la otra familia y la ayudé a caminar un poco más hacia la cascada, para que metiera más su torso, luego le ofrecí a mi sobrino pero ví que se había salido para apreciar el espectáculo de su tía. Jiji.
Entonces decidí, es todo para mí, ya cumplí y me salí del agua….mientras me salía mi cuñado y mi sobrino decidieron meterse a la cascada y mi hermana y mi sobrina metieron los pies.
El más valiente fue mi sobrino que se metió dos veces, la segunda vez con más seguridad y no sólo metió sus pies, se metió todo!
Después de esto, nos vestimos y regresamos por el mismo camino, con nuestro guía sanos y salvos, por el bosque de niebla que esa mañana no tenía niebla y con la aventura de habernos metido en la cascada congelada!
1 comentario:
Nice ;)
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