Junio de 2012
Estoy en Firenze, este finde semana quiero ir a Asis, si quiero visitar la Basilica de San Francisco de Asis, un encargo de mi papa. Si, el me pidió visitar a San Francisco de Asis y pedirle que nos diera humildad. Bueno, el tiempo se me acaba y aun no he podido ir, bueno algunas compañeras se unieron y contratamos a nuestro profesor de arte, el nos llevo a Asisi. Nos recogio en su carro y cogimos carretera, Asisi queda como a tres horas de Firenze, es un pueblo pequeño pero diseñado para el turismo que representa la tierra de San Francesco di Asisi.
Cuando llegamos, entramos primero a la iglesia de Santa Clara, la fiel seguidora de San Franceso, majestuosa, hermosa, llena de arte como las iglesias italianas. Luego subimos unas colinas y llegamos a la Basilica de San Francesco de Asisi, la gran roseta en forma de flor que caracteriza la arquitectura de Asisi, enmarca la gran basilica. Entonces, comenzó el descubrimiento, resulta que no es una iglesia, son tres.
Cuando entramos a la gran basílica, con sus lados y capelli llenas de frescos y pinturas, todas de maestros del renacimiento yo pensé impresionante….pero San Francisco no era majestuoso, entonces nuestro profesor nos señaló unas escaleras por las cuales bajamos a otra iglesia….si, resulta que en la antigüedad construían una iglesia encima de otra, esta iglesia también de gran tamaño y llena de arte, un poco mas antiguo, pero igual de deslumbrante, otra vez no se parecía tanto a San Francesco da Asisi.
Entonces, nuestro profesor nos señaló que podíamos bajar, las escalas eran más pequeñas y el espacio abajo era reducido, una pequeña capilla, como una gruta, con un oratorio en madera antigua, redondo, en la mitad y algunas sillas de madera para sentarse y rezar. Ahora si, esta se parecía mas a San Francesco da Asisi, sentí un aire abrigador, sentí paz y gratitud. El sitio era un sitio especial, se respiraba santidad. Me sentí feliz y rece por algunos minutos, mientras muchas personas entraban y salían, visitábamos los restos de San Francisco. Entonces vi un Prete, si un monje Franciscano, de esos que visten un faldón café, con una capucha y un lazo blanco en la cintura y vi que hacían fila para llegar a el.
Ahhh sin pensarlo hice fila y no sabia para que, pero cuando llegue donde el Prete, el tenia unas estampitas con la oración de San Francesco da Asisi, por un lado la imagen de San Francesco, una reproducción del cuadro del maestro Cimabue y por el otro la oración “Preghiera Semplice”. Yo me llene de alegría, porque al hacer una donación podía llevarme algunas estampitas y el Prete, me bendeciría y también a las estampitas…..hmmmm con mucha fe, pedí por toda mi familia y le dije al Prete que eran para ellos, el me tomo la mano y me bendijo con agua bendita y también a las estampitas, mientras en el fondo sonaban angelicales cantos Gregorianos.
En una oración, le agradecí a Dios, por permitirme estar ahí, le agradecí a mi papa por insistir en que fuera y a San Francesco da Asisi por esta hermosa oración:
Señor, has de mi un instrumento de tu paz:
Donde haya odio, haz que porte el amor
Donde haya ofensa, haz que porte el perdón
Donde haya discordia, haz que porte la unión
Donde haya duda, haz que porte la Fe
Donde haya error, haz que porte la verdad
Donde haya desesperación, haz que porte la esperanza
Donde haya tristeza, haz que porte la dicha
Donde haya tinieblas, haz que porte la luz
Maestro, haz que no alcance tanto:
Que cuando consuele, sea consolado
Que cuando comprenda, sea comprendido
Que cuando ame, sea amado
Porque:
Es dando que se recibe, perdonando que se es perdonado, muriendo que se resucita a la vida eterna.
San Francesco da Asisi