Los frijoles son mi comida favorita, pero la verdad jamas los había preparado! Jamas! En mi casa eso es expertiz de mi mamá. Hace años, le digo yo quiero hacer los frijoles y me dice, la próxima vez los ponemos juntas y te dirijo. Bueno, dirigir significa que ella me dice hechale el agua a la olla y esto y esto otro….pero a los treinta segundos se desespera me quita la olla y me dice, yo lo hago, asi no se hace….y mire.
Entonces, peleamos ella termina poniendo los frijoles y me dice que en un rato continuamos con el siguiente paso, entonces vuelco y resulta que ya hizo todo! Y finalmente una y otra y otra vez….nunca aprendo.
Este fin de semana, se fue mi mamá y le pedí la receta de los frijoles par yo ensayarlos, me dijo lo mismo de siempre……cuando yo esté los hacemos y te enseño. Otra vez, le dije, lo mismo asi nunca voy a aprender, la idea es ensayar y si me salen mal pues vuelvo a hacerlos y listo, hasta que funcione. La presioné hasta q me dio la receta, la escribí y cuando estaba lista, no se aguantó jiji. Me dejó el agua de la olla medida, me dejó el agua de la olla medida para el sábado, para la cantidad de frijoles remojados! Jiji
Bueno, el sábado me levanté compré los ingredientes que me faltaban y a hacer los frijoles, hice todo lo de la receta, pero algo falló debo confesar….el agua se secó casi por completo hmmmm y ahora que? No me voy a dar por vencida, mas agüita, los pasos de la licuadora que seguían y a calar los frijoles. WOW WOW WOW funcionó!!!!! Funcionó!!!!!!
Los frijoles quedaron ricos y me los comí con tanto gusto! Bueno, debo confesar que no tan ricos como los de mi mamá, pero parecidos. Ahora, debo practicar más, hasta que mejore los cálculos. Bueno, pero ya sé que puedo y ella también.
Lo primero que me preguntó cuando llegó, fue si me habían quedado buenos los frijoles, yo la miré y con esperanza se iluminaron sus ojos, me dijo: “te quedaron malucos cierto?”. Le dije la verdad, algunos contratiempos pero al final me quedaron ricos. Entonces, me miró con indiferencia y me dijo, que bueno que te salieron bien, pero la verdad no se le notaba el entusiasmo.
Entonces pensé, mamá los frijoles siempre serán tu especialidad, no importa si aprendo o no a hacerlos deliciosos, los tuyos son los mejores, es sólo que a veces en la vida hay que soltar, a ver que pasa.