Fui a Cali para pasar unos días, nos reunimos toda la familia, disfrute mucho a mis sobrinos. Los niños crecen muy rápido, así que pasar tiempo con ellos es importante.
Cómo el lunes era festivo, mi hermano y yo nos pusimos de acuerdo para salir a hacer ejercicio. El me invitó a subir al “Cerro de las tres cruces” y se llama así porque es un cerro que se encuentra en Cali, cerca de su casa, que tiene en la cima tres cruces inmensas que se ven de casi cualquier punto de la ciudad. La caminata al cerro es algo común en los habitantes de la Cali, asi que me animé y le dije que claro que subíamos.
Salimos como a las 7:15ª.m, yo creí que era una caminada fuerte, pero en realidad no me esperaba, semejante subida….
Caminamos unas cuadras entre barrios, hasta que llegamos al borde de la montaña y empezamos a subir, tomamos una trocha que tenia una especie de escalas. Mi hermanos me contó que ese primer tramo subiríamos por un camino mas pendiente pero mas corto. Asi fue, comenzamos a subir y yo feliz, porque la naturaleza a veces me hace falta y porque como estoy juiciosa haciendo ejercicio, pues me sentía con mucha fuerza en las piernas. A medida que subíamos el aire cambiaba y por supuesto la vista de la ciudad impresionante. Cali se ve divina!!!! Cuando llegamos a la tercera parte de la subida unos 20minutos, yo me sentía cansada y no llevábamos agua.
Seguimos subiendo y de pronto me mostró una parte de la montaña que estaba pelada de vegetación, porque constantemente la gente sube por ahí y eso ha hecho que se forme una brecha…..esa era nuestro camino al cerro de las tres cruces, tenía unas rocas y tierra y por supuesto estaba subiendo mucha gente. Tomamos esa brecha era el último tramo y fue duro, en ocasiones me apoyaba también en las manos, pero cada vez me sentía más retada y dispuesta a lograrlo! Disfrutaba de ver la cantidad de gente que subía, adultos y niños….que resistencia!!! Cuando pasada una hora llegamos a la cima, encontramos las tres cruces, lo logramos!!!
Arriba tomamos jugo de naranja y a bajar por el lado largo….otra vez la trocha de bajada hasta más o menos la mitad del recorrido y luego otro camino más fácil que rodeaba la montaña. Para mi, bajar es más difícil que subir, debo estar más concentrada para evitar una caída y las rodillas me duelen, hago mucha fuerza en el apoyo. Pero todo salió muy bien y la experiencia me gustó mucho. Me gustó hacer un peregrinaje a las tres cruces porque, me conecté con Jesús en mi recorrido, además de combinar la salida a la montaña y el esfuerzo físico.
Volveré al cerro de las tres cruces, ahhh pero ya se, que debo estar entrenada!!