En la isla de Java en Indonesia Doni nuestro guía nos
programó recogida a las 3:00a.m, y que nos debíamos ir con buena chaqueta, yo
no dormí nada, unas dos horas, porque estaba ansiosa y por supuesto por la
madrugada. A las 3:00a.m nos recogió en
un jeep Toyota antiguo, pero súper modernizado, el conductor era un nativo de
la región del volcán. Era de noche y nos
montamos a nuestro jeep…. Comenzamos a subir una montaña por unos rieles (una
carretera sin asfalto), ya entendí porque el jeep. En realidad estoy muy acostumbrada a las
subidas empinadas y montañas, mi hermosa ciudad “Medellin”, está rodeada de
grandes montañas...soy una mujer orgullosa de las impresionantes montañas de
los Andes!
Comenzamos a pasar por un caserío de la zona, al lado
del camino, lleno de jeeps iguales al nuestro, parece que es una tradición,
todos tiene los jeeps modernizados de brillantes colores, se ve lindo! Pasamos
algunos puntos de control de los pobladores y seguimos subiendo. Estuvimos en el camino como 40min y luego nos
parqueamos al lado del camino, había docenas de jeeps en fila. Nos bajamos del carro y el frio era fuerte,
aun de noche, caminamos como 5 minutos y llegamos a un mirador con muchas
personas, la mayoría nativas de Java. La
idea era ver el amanecer, los volcanes del frente, antes de ir al cráter.
Hacía un frio impresionante, un viento fuertísimo y
neblina, yo iba bien equipada, chaqueta térmica con cachucha, cuello, y por
debajo también camisa térmica, pantalones largos, tenis.
Me tapaba toda, solo se me veían los ojos jijiii,
pasaba el tiempo y yo a la expectativa, de pie, y había una nube, literal sobre
nosotros, queeee no crei que pudiéramos ver el amanecer. Me encanta disfrutar el amanecer en la
naturaleza, la verdad no lo hago con frecuencia, me gustaría hacerlo mas
veces…entre tanto el frio aumentaba, y el tiempo pasaba lentamente, algunas
personas comenzaron a pedirnos fotos, jijiii ya habíamos vivido eso en el
templo Borobudur (yo parecía una celebridad, una señora de baja estatura no
dejaba de abrazarme….jijiii), una hora después comenzó a aclarar, pero las
nubes y el viento fuerte, no dejaban ver mas alla de un par de metros, que
frustración, mas luz y nada. Unos 15
minutos después, sin previo aviso, la nube solo desapareció y unas montañas
hermosas (volcanes) al fondo, nos ofrecieron su belleza, hmmmm hermoso, un
amanecer! Solo eso y yo me sentía muy feliz!
Luego de unos minutos disfrutando el amanecer, volvimos
a nuestro jeep y bajamos un poco, y llegamos a un terreno plano muy árido,
parecía un suelo de cenizas y al frente el cráter Bromo, no muy alto. Caminamos como 10min en la parte plana y
subimos unas escaleras como otros 20min, había una fila de personas
subiendo. Realmente me asusté, no sabía
si podía subir, solo me la tome con calma y subí despacio, descansaba y
arrancaba otra vez, mi cadera iba bien.
Poco a poco, poco a poco, llegué a la cima…queeee yo misma me sorprendí,
lo hice y levante los brazos y grité “Cima”…jiji….solo me salió del alma, fue
un triunfo! Era una pequeñísima cima,
pero para mi era un logro impresionante, vencer un poco mis miedos sobre mi
cadera.
Cuando grité cima me miraron, jijiii….habían muchas
personas tomándose fotos en el cráter y eso, pero fue espontáneo así que seguí
disfrutando. Al borde del cráter había un
altar dedicado a Ganesha, una deidad Hindú, y el cráter hermoso abajo. Mi primera vez en un cráter, era lindo el
paisaje disfruté estar ahí, fotos por supuesto y luego bajamos. En la bajada comenzó a llover, íbamos por las
escaleras nuevamente con una fila de personas, no se podía hacer nada para
taparse de la lluvia. Mi chaqueta es
buena, pero no es del todo impermeable, asi que comencé a sentir frio, pero era
parte del paseo. Cuando llegamos abajo, a la parte del plana dejo de llover y
salió un sol tenue, de pronto aparecieron dos arco iris gigantes! WOW…parecía
que podíamos tocarlos, Doni nos decía que en todos los años que había ido con
turistas, era la primera vez que veía esto…WOW era impresionante, cada cosa que
Dios me regalaba! Luego de disfrutar los
arcoíris, solo volvimos al jeep y al hotel, en unas horas salíamos en carro a
otro lugar cercano al siguiente volcán.
Llegamos a la siguiente ciudad y Doni nos dijo que nos
recogía a la 1:00a.m queeee, esa noche tampoco dormiría mas de dos horas, era
cansancio, tras cansancio….
Nos recogió a la 1:00a.m apenas pasada la media noche,
y rumbo al volcán Ijen, esta vez en su carro, lo dejamos en la base de la
montaña, que es como un parque natural.
Nos bajamos y nos explicó, que la subida era como de dos horas, esta vez
no necesitamos ir tan abrigados, el clima era mas caliente, casi a nivel del
mar. Nos explicó que la subida era muy
empinada como por una hora y luego se volvía mas suave, pero que nos lo
tomáramos con calma. Yo me preocupé un
poco, sobre todo porque vi el camino y tenía como pequeñas piedras sueltas en
unas partes, era un camino ancho, bien definido, pero estaba totalmente oscuro
subíamos con linternas.
Yo comencé a subir con calma, a mi paso y Doni se
quedó a mi lado, la subida era durísima, muy empinada, a los 15 minutos yo ya
necesitaba parar, mis piernas no estaban preparadas, todo mi cuerpo, mi corazón
latía rápido, no sabía si lo iba a lograr.
Y comencé a vencer mi cansancio, intenté respirar
mejor y mantener mi energía, con un paso lento pero sin pausa, cada paso era un
reto. De pronto, un pequeño dolor en mi
cadera, me asusté un poco pero seguí, no pensaba rendirme. Más arriba todo empeoró, porque entre mas
subíamos, comenzaba a oler a azufre!!! Mas azufre y me costaba respirar
bien…ohh Dios yo pensaba, ayúdame a llegar la primera hora de la subida dura, yo
sabía que si lograba esto, podría hacer el resto. Mis pierna cada vez mas cansadas y me dolían,
mi respiración mas difícil, entonces paraba por segundos y Doni me decía,
descansemos, cuando estés lista seguimos.
Yo volvía empezar y sabía que no podía para mas, si seguía parando,
luego no sería capaz de arrancar otra vez, el cansancio era muy fuerte y el
pequeño dolor ahí, la respiración empeoraba.
Entonces Doni dijo, en las próximas curvas llegamos a la
parte fácil, eso me animó, pero también se me hizo eterno mientras llegábamos. El camino de repente era menos empinado y
comencé a recuperarme un poco de las piernas, pero el azufre era cada vez más
fuerte, pasada otra hora aun de noche, llegamos al cráter y la cantidad de
azufre hacía súper difícil la respiración.
Entonces, Doni nos entregó unas mascaras especiales que
nos cubrían la cara y nos dijo que comenzábamos a bajar al cráter, aun estaba
oscuro, el camino eran rocas desiguales, era angosto y empinado, resbaladizo y
yo no podía respirar bien ni con máscara, después de pocos pasos paré y les
dije que yo no podía bajar, no era capaz físicamente, ese era mi límite.
Así que yo me quedé en la cima y ellos bajaron al
cráter a ver como se recolectaba el azufre.
La verdad al principio, me quedé un poco triste,
frustrada y como vencida, pero pronto entendí que saber mis límites es
importante y que ya no puedo hacerlo todo, mi cuerpo ha cambiado y debo
cuidarlo. Entonces mi frustración se fue
transformando y mi cuerpo fue descansando mientras los esperaba. Paso una hora o tal vez más, veía gente bajar
y subir, otra se quedaba en la cima como yo, de pronto empezó a amanecer y
llegaron del cráter. Entonces, nos
quedamos a contemplar el amanecer y con la luz del sol, sus primero rayos
comencé a ver entre el humo del azufre, que parte del cráter era un lago, como
con un agua de un color verde intenso, hermoso! WOW eso es lo que me gusta
vivir la naturaleza, los amaneceres y atardeceres son un milagro, me sentí muy
feliz!
Le agradecí a Dios, porque pude subir, porque me
regaló ese paisaje de amanecer, porque aprendí a entender mis límites, porque
aunque quiero tener alguien que me proteja, yo debo protegerme primero.
Luego fotos en la cima y después bajar, la bajada la
disfrute mucho, cuando desaparece el azufre, se vuelve a sentir como renacer,
llegamos al carro y rumbo al puerto del ferry que nos llevaría a Bali.