Cuando tenía como 12 años, los sábados nadábamos en la piscina olímpica del estadio, una piscina diferente a la que regularmente usábamos. Era muy diferente porque nadábamos por las mañanas a las 7:00 u 8:00a.m. A mi me encantaba porque era de día y salía el sol, nadábamos a lo ancho 25 mts…..cuando regularmente entre semana, nadábamos de 5:00 a 7:00p.m a lo largo en una piscina de 50mts.
Cuando salíamos del entrenamiento, muy cansados nos regresábamos a las casas a pie. Todos en barra caminábamos, entonces parábamos cerca al estadio en la carrera 70, en una tienda llamada “Mi buñuelo” muy famosa por vender buñuelos, empanadas, palitos de queso….
Todos juntábamos el dinero que llevábamos, que no era mucho, y comprábamos buñuelos y gaseosa y desayunábamos….se imaginan como 15 adolescentes con hambre. Después de hacer deporte? Jijiiiiiii Comíamos como locos y conversábamos y nos reíamos….jijijiiiii delicioso!
Hoy nadé a las 6:00a.m en otra piscina con amigos de la infancia, porque nuestra piscina no funcionaba. Mi amiga y yo fuimos y nadamos con ellos, yo hice el entrenamiento que ellos hacen….me fue bien en general; pero salí fundida, al final los brazos ya no me daban. Bueno salí feliz, porque asi debe salir uno de entrenamiento, fundido, eso quiere decir que hizo bien el entrenamiento.
Luego, a la salida, yo le dije a mi amiga que recordaba que cuando nadábamos, comíamos buñuelos en “Mi buñuelo” y me antoje….ella que me consiente, me dijo, pues vamos y desayunamos buñuelo. Así hicimos, y nos fuimos a desayunar buñuelos, recién hechecitos, deliciosos, calienticos, con un hambre inmensa, después de un muy buen entrenamiento de 3200mts. Me sentí como cuando era chiquita, muy felizzz y muy agradecida porque tengo una gran amiga a la que quiero mucho!!!! Hoy tuve un muy feliz desayuno, en esta época de navidad!
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