Hace unos meses pensé, sólo he tenido un parejo de baile con el que me he sentido totalmente conectada, fue un amor joven, intenso, delicioso….un hombre especial.
Pero ahora, soy otra y no he vuelto a bailar así, no he conocido a nadie con quien pueda bailar toda la noche y conectarme, sentirme sexy. Y le pedí a Dios, quiero bailar, aunque sea sola, en una salida de amigas y pararme y bailar toda la noche.
Mi amiga cumplía años y quería salir de rumba, salimos cuatro amigas un domingo de un fin de semana en el que el lunes era día de fiesta. En mi ciudad no abren casi sitios de rumba esos días, fuimos a un sitio y cerrado. Nos fuimos a otro y afuera sonaba música. Entonces subimos y nos dimos cuenta que el sitio estaba cerrado, pero un sitio minúsculo, desconocido, oscuro, lleno de jovencitos era el único abierto. Mi amiga no preguntó, sólo entró y empezó a bailar, yo pensé…en donde nos metimos, esta música es puro reguetón, bachata….hmmm!!! Pero después pensé, es cuestión de actitud, a bailar como mi amiga y comenzamos todas a bailar solas.
No pasó mucho tiempo y a una de mis amigas le cayó un tipo, ya tenía parejo…las otras seguimos y al poco tiempo a mi me cayó parejo, un chiquitin gringo que no tenía ni idea de bailar, pero muy decente, entonces comenzamos a bailar. Conversamos un poco, y me sentía como la profesora de baile, jiji, me parecía divertido el plan. Poco a poco paso la noche y el chiquitin debía irse, nos despedimos amablemente.
Volví con mis amigas y ellas estaban con dos Españoles, también jóvenes. Ya me los habían presentado, pero yo no había puesto mucha atención. Todos bailábamos solos, entonces me di cuenta que el mas timido que estaba a mi lado, bailaba….realmente bailaba!!!!...hmmmm Suave, con sabor!!! Queeeee!!!!
De pronto nos volteamos, uno en frente del otro y empezamos a bailar, separados pero los movimientos ya eran uno solo, él no me miraba a los ojos, yo tampoco a él, en silencio, sólo bailábamos…..no puede serrrrr sólo bailábamos y yo me sentía libre y conectada, flotaba.
Entonces, mientras bailábamos me preguntó mi nombre y yo el suyo, yo me sentía en las nubes no tenía muchas ganas de hablar y él parecía tímido…así que seguimos bailando uno al frente del otro, ahora un poco mas cerca pero sin mirarnos, sin tocarnos. Las canciones pasaban y comenzó una bachata, nos tomamos de la mano, dábamos vueltas, volvíamos a juntarnos, cada vez mas…
Entonces me miró a los ojos y me dijo: “Usted no estaba bailando con otro?” Sólo bailando, sólo bailando…le respondí…no quería dar explicaciones, él sonrió. La música cambió y ahora era una de esas canciones de reguetón que son calientes…. me agarró por la cintura, con fuerza y me acercó, ahora estábamos pegados bailando, yo no se bailar reguetón, pero no importaba, yo sólo bailaba como él, como uno sólo….hmmm me sentí sensual, sexy, linda...mi piel ardía! …podría enamorarme bailando….
Sólo bailábamos, pero era como si fuéramos parejos de siempre, le pregunté cómo aprendiste a bailar así, es algo extraño encontrar a un Español que baila, entonces me dijo: “en mi casa, mis padres bailan así, viéndolos bailar, mi mamá me decía que bailar es sentir y seguir la música, no aprender pasos”. Una sonrisa se dibujó en mi cara, lo sabía, se lleva en la sangre, mi parejo sabe bailar. Así seguimos bailando toda la noche…suave, intensa, sexy.
Sólo con dos parejos en mi vida he bailado así, entonces me acordé… le pedí a Dios y el me escuchó!
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