martes, 17 de marzo de 2015

La cobija

Recuerdo que cuando tenía como tres años, vivía pegada a mi cobijita. Si….una cobijita que arrastraba por toda la casa…. Para arriba y para abajo y la ensuciaba toda, pero no la soltaba.
Era mi compañera de juegos, mi protectora….mi querida cobijita. Antes de dormir, cogía uno de sus bordes de satín suavecito, hasta que llegaba a la punta de la cobija y me hacía cosquillitas en la cara, ojos, boca, orejas…así me dormía.
Cuando fui creciendo, las cobijas fueron cambiando y finalmente ya no tienen satín en el borde, pero por las noches antes de dormir o cuando me levanto, me descubro buscando el borde de la sabana, hasta llegar a la punta y comienzo a hacerme cosquillitas en la cara, ojos, boca, orejas, jijijiiiii igualiiita!!!!!! Me encanta, en eso no he cambiado nada! Creo que así me consiento y me siento muy feliz, en paz! Hay cosas que están en mí, que me hacen quien soy y espero que nunca cambien!

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