sábado, 7 de marzo de 2020

Un sueño

Hace un par de semanas, tuve un sueño, uno de esos sueños que parecen tan reales…uno de esos sueños en los que puedo razonar y recordar cada sensación, imagen, palabras, personas y cada emoción.
Este sueño, aunque las circunstancias de la historia, eran totalmente duras, yo sentí tanta paz y amor que me duró por días y quisiera volver a soñar y sentir lo mismo.
De pronto, sentí que volaba de un lado de la tierra a otro, si a veces puedo volar y volvía a ese pedazo de un continente que no se cual es pero es lejos y no conozco. Cuando pisé la tierra me dí cuenta que estaba en medio de una guerra, una batalla, yo estaba vestida de militar, con un uniforme totalmente verde y caminaba en medio de tiendas (carpas), mientras a mi alrededor todo era caos y bombas. Estábamos en un valle, y la única salida era una carretera que subía por una montaña, pero allí caían bombas….hmmmm. De repente vi a un oficial entrar a una tienda que parecía un hospital y este quería asistir a un soldado mal herido, sólo que ya no podían hacer mas y debía trasladarlo por tierra a otra parte para salvarle la vida. De repente vi una camioneta que parqueo cerca a la tienda para recoger al oficial y al herido, pero las bombas caían en la carretera muy cerca así que el conductor del carro se llenó de pánico y salió corriendo. Cómo, me dio un dolor impresionante saber que el oficial necesitaba un conductor y no había nadie….yo salté corriendo hacia él y le dije, yo puedo manejar el carro, yo se hacerlo, además no se preocupe por las curvas y las montañas, puedo hacerlo muy bien, yo vivía en Medellín y tenemos estas montañas y lomas, soy experta!!! Puedo hacerlo y salvamos una vida….entonces el oficial, un hombre de mediana edad, que yo nunca había visto en mi vida, sólo un hombre cualquiera, se me queda mirando en silencio…y luego de un rato me dice con mucha dulzura, con el corazón en sus manos: cómo podría dejar que manejaras el carro y ponerte en peligro, no puedo, tu eres una princesa. No soy una princesa, le dije, mira tengo el uniforme de soldado y soy de Medellín, pero leía en su silencio y su dulce mirada, que sentía amor por mi, que me protegería no importaba que le dijera, el veía un princesa.
Y me sentí inmensamente angustiada, por él que a su vez sabía que el soldado estaba muriendo y se sentía derrotado, pero también me sentí inmensamente agradecida porque sentí su amor incondicional, el me protegería por encima de lo que fuera. El veía una princesa en mi…de alguna manera, aunque no lo conocía él me amaba. Entonces sentí mucha paz en mi corazón, es como si algo que yo siempre busqué, estuviera ahí, como si ese algo fuera posible aunque fuera sólo un sueño.
Mi sueño, fue un lindo regalo para mi corazón, creo que Dios existe de muchas maneras, creo que puede haber una vida o muchas vidas…creo que cuando soy feliz soy feliz por momentos, despierta o soñando y este fue uno de los momentos de felicidad que en esta vida, me regaló un sueño.

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